BOLIVIA UN PAÍS SECUESTRADO

Soy otro penitente boliviano que desde hace años vive en el extranjero, como miles que dejan un país de incertidumbres. Gracias a Internet puedo seguir puntualmente los acontecimientos y me comunico con otros compatriotas dentro y fuera del país para estar al tanto de lo que ocurre en nuestra tierra. Preocupado por las últimas noticias y la continua convulsión en que vive la población hago los siguientes comentarios. Observo con espanto el escenario de enfrentamientos en que vive la población, recuerda hechos que parecían olvidados en nuestra historia, la alteración social viene dada por las autonomías, la capitalidad plena, la nueva constitución, las huelgas, la criminalidad, etc; donde todos se levantan unos ponchos o sin el, cuya turbulencia parece enfrentar uno contra todos, todos contra uno y todos contra todos, ellos todos inmersos en la efervescencia de los odios y los rencores, los agoreros (pobres incautos) se frotan las manos para un desenlace final. Que lástima escuchar a alguien importante del MAS y ex ministro sugiriera como única solución la confrontación, con qué fin?, no será, espero, para quiere imponer la nomenclatura del sistema a la vida nacional, según él, como vía para tener el gobierno la legitimidad (sin comentario). Nunca una guerra es la solución, porque en ella perdemos todos, no hacerse eco de semejantes comentarios, es mejor hacer sórdido el mensaje, ningún boliviano responsable quiere echar más leña al fuego para fundir al Estado. Por el contrario, todos estamos obligados a reaccionar enérgicamente contra estas actitudes reprochables. Soy conciente, de la dificultad que tienen algunos para entender la democracia, su cultura le hace pensar que la dictadura es la mejor opción, porque la primera, exige diálogo y consenso, en cambio, para la segunda todo es plano porque hay que aplicar el rodillo del sistema. No todo vale en democracia, y menos cuando un pueblo tiene formada su opinión y su sentido común, y por ése hecho el MAS está en el gobierno, ya que, sin el voto-híbrido de los blancoides y los blancos jamás hubiera llegado Evo a gobernar. Se habla mucho de la corrupción del pasado, como si no hubiera hoy, y la hubo y la hay es porque no se aplicaron ni se aplican las leyes que existen. Muchos nos preguntamos, si era necesario cambiar la Constitución para aplicar la ley, no quiero pensar que la lucha contra la corrupción sea el subterfugio para arrinconar a la democracia, menos mal que muchos del partido prefieran aterrizar suavemente con “un golpe de estado” constitucional aplicando la mayoría.

No obstante, el objeto del presente comentario no es la política, sino el trasporte que nos preocupa a los que vivimos fuera del país y las dificultades que sopesamos cuando tenemos que visitar nuestra tierra y por ello, es preocupante la suerte o la mala suerte que atraviesa la primera línea aérea de bandera nacional (LAB). El único botón de modernidad que quedaba en Bolivia, la irresponsable actuación de propios y extraños la ha condenado a una vía crucis que parecía haber terminado con la venta del remanente de las acciones a los suizos. Desde el principio, no fue claro, el papel desempeñado por el gobierno, a veces decía apoyar la solución, otras en cambio la denunciaba, y después total desinterés. También tengo dudas, sobre el origen de los problemas. ¿Quién y con qué derecho se dio alas para cuestionar a la empresa?. ¿Dónde estaba el estado y dónde las leyes para ordenar la actuación de la empresa?. ¿Cuáles fueron las verdaderas razones para la última expropiación?. ¿Porqué dejaron escapar al responsable del embrollo cuando había un riesgo eminente de fuga?. Seguir el reparto de las acciones?, así por las buenas, como en tierra quemada. ¿Hay garantías en el país para la inversión?. ¿Cuál fue el resultado de la intervención del gobierno?, y ¿porqué el gobierno continua a poner zancadillas justo cuando la empresa salía del túnel de dificultades?. Cabe preguntarse también, será que quiere refregarnos en las narices, el fracaso del que llama modelo neo-liberal. Sin duda, fue un error no controlar las inversiones y el funcionamiento de la administración. Pero el mayor error, no es el modelo sino de quienes permitieron gestionar por años de forma irregular. Se podría pensar también que reflotar la empresa podría ser competencia para la onírica empresa aérea nacional, que ha ideado el gobierno. En definitiva, es una acción de patriotismo ayudar a cualquier empresa nacional sea pública o privada y es obligación del gobierno y sus instituciones promoverlas y protegerlas en lugar de entorpecerlas, como ahora queriendo recoger leña de un árbol caído al pedir la devolución de la deuda del LAB al estado, cuando los vuelos siguen virtualmente bloqueados. Ya no cuento las peripecias que viví al llegar el año 2005 (diciembre) al país, una visita obligada de las navidades, recorriendo cielo y tierra finalmente llegué para el año nuevo aunque lejos de mis planes. Tampoco cuento el calvario que contó una familia de turistas polacos que iban a visitar las ruinas del Tiahunacu, eso es justamente lo que encontraron, un transporte en ruinas, lo mismo que el objeto del viaje. Quisiera llegar a mi país como siempre, sin necesidad de simular una operación de secuestro y menos verlo escondido en medio de las montañas de la madre tierra por las equivocadas actuaciones del Gobierno..

C. Ronald Ayala