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jueves, 13 de agosto de 2009

Los Bancos de infarto

El trastorno financiero que sufrimos, nos ha llegado, no sé si feliz o infelizmente, pero creo que ambos conceptos caben expresar perfectamente . Los hechos nos ilustran y previenen de la forma como operan los custodios financieros (bancos) de los ahorros de nuestro esfuerzo que entegamos en sus manos, no sólo para protegerlos sino para obtener un rendimiento legítimo. 

Los escándalos de estafa que hemos sido testigos, fueron de tal calibre, que era imposible ocultar, así nos enteramos, lo que se cocía detrás de los mostradores inmaculados de la institución,  donde todo parecía que andaba sobre rieles; fuimos testigos de cómo, dónde y cuándo fabricaban los truculentos negocios con la materia prima del ahorro privado, los pilares que sostenían aquellas instituciones financieras eran tan frágiles y movedizos que un rebufo se llevó por delante como un castillo de naipes; que acabó por contaminar la economía mundial. No debemos olvidar, que todo esto es, producto de la feroz e injusta globalización, con la cual se ha ensañado la política como si fuera una panacea del buienestar y el desarrollo. Nuestra avidez por el consumo, no nos dejó ver que estábamos siendo engañados, un comportamiento consumista que debíamos corregir, el peligro al que nos enfrentamos tiene a largo  y mediano plazo dimensiones catastróficas, no sólo en lo económico - financiero sino social, ecológico y geológico, hemos exagerado y abusado de las  reglas de uso y consumo de los escasos recursos en general, lo que todavía languidecen en el planeta corre el riesgo de desaparecer y nosotos junto con ellos.
 
Encandilados en la magia de la globalización, no hicimos caso a los expertos que anunciaban el colapso del sistema financiero, todo empezó con las quiebras y estafas de baja intensidad, que el brujo de Greenspan (USA), no quiso ver, abogaba por otorgar mayor libertad y menos control a los operadores financieros,  aunque Europa más conservadora no hizo caso a las recomendaciones de Greespan, un  guru de la reserva Federal Americana, no obstnte, nuestros bancos fueron allí  a pescar, a los dominios de aquel mago americano que dejaba pescar como en río revuelto y el mayor de ellos fue un socorista de playa llamado Madoff, un don nadie, que por decenios pasó por la piedra a los custodios financieros, se calcula que estafó más de 68.000 millones de $us.

Desde hace más de 25 años somos presa de los malabares financieros, de aquellos que dicen que trabajan para mejorar la economía de sus clientes, la lista es interminable en ambos lados del océano, hasta que llegamos a lo más alto de la pirámide de la mano de . España no se quedó corta, por citar algunos: Gescartera, Eurobank, AVA, Brokers, Filesa, Forum, etc.
El último cuarto del siglo pasado fue un terreno fértil para las altas finanzas, pero al pueblo no le llegaron ni migajas, al contrario, sin quererlo ayudaron a engordar las arcas y el patrimonio de los Consejeros que saben cómo embucar al pueblo llano con argucias financieras, quienes se comportan como unos corderitos cuando están en manos extrangeras.

Este siglo ya veremos, si los esquejes dan brotes verdes o la semilla germina con vigor, todo vendrá de lo que hagan los gobiernos, si deciden ordenar el sector o dejan que este materialismo voraz siga aplastándonos, aunque ZP dijo que estábamos blindados, creo que no dijo de qué ni porqué o sí. Lo cierto es, que los ciudadanos están cansados de ser conejillos de indias, bajo el estilete de los administradores del ahorro, por eso, creo que es importante denunciar los apuros que pasamos a diario con los bancos, y es una lástima que no haya nadie que pueda defendernos de esta tropa de aprovechadores y embaucadores de guante blanco.

Las armas que manejan las corporaciones del dinero son simples para reclutar a los incautos, embelezan con una propaganda bien cuidada para no dar los altos rendimientos que dicen, si depositamos nuestro dinero en los fondos que ofrecen los acicalados nigromantes, quienes muestran promedios, ratios, curvas, balances, dónde todo es un hartazgo de beneficios. La consigna es dejar los ahorros en un fondo unos años o meses, más tiempo más pasta, más riesgo más interés, como colofón, nadie perdería su capital y ganarían intereses sin dar golpe o mejor dicho de un golpe. A continuación entregaban un legajo de documentos, con las condiciones del contrato, al cual dábamos nuestro acuerdo sin leer. Si durante ese tiempo el cliente tuviera una emergencia, toca aguantarse ¡lee el contrato!.

Pero llegò el Tsunami financiero e incluso antes, las dádivas se convertían casi siempre en agua de borraja, al reclamo de los míseros réditos, la respuesta era sin duda, no te quejes, otros no recibieron ni carbón. Es decir, ni el capital (se referían a Madoff). Por otro lado, los bancos nos pasan a diario por las narices, lo listos que son, y los buenos negocios que hacen por el mundo, nos bombardean sus altos ingresos, cuando en realidad, los buenos negocios, lo hacían en casa, con la pobre gente que se cree todavía en los trucos otras versiones del cuento de la estampita.

Hoy en día como ya no hay donde llevar la pasta, ni engatusar con los altos intereses, se refinan nuevos métodos. Les cuento uno vivido recientemente. Yo tenía la intención de comprar un pequeño chalet en las afueras de Madrid, y mi mujer me habló del Banco Banesto que le parecía buena la oferta que hacían, su slogan era y es, “crédito Smash Euribor más 0,38”, las condiciones eran insuperables: regalo de un ordenador portátil o 1.000 €, un descodificador digital o un televisor LCD, las condiciones mínimas: abrir una cuenta corriente, domiciliar el salario y por lo menos tres recibos. Cómo no aceptar semejante chollo, además, estaba la foto de Nadal esponsorizando la ganga. Después de algunos trámites, el banco Banesto aceptó darme el crédito del 25 % del valor total de la vivienda. Una vez completado los requisitos y depositado el otro 75% en la cuenta corriente que abrí en dicho banco, completé los requisitos y el crédito aprobado, pasé a firmar las aras que me exigía el vendedor, quien me dio un plazo de 30 días para firmar las escrituras. Así dejé la bola en el lado del banquero, quien con la información recibida de ambas partes (comprador-vendedor) ya tenía la sartén por el mango.

Mails van y vienen, llamadas también y todo iba bien, la evaluación de la vivienda estupenda.
Faltando una semana para la firma de las escrituras, el banco Banesto me llama a la playa y me comunica, que no se aceptó las condiciones-de otra parte éstas no eran mías sino las del propio banco- acotó además, que sólo aceptarían un Euribor más 1,25 esto lo aprobarían de inmediato. Sin duda, era una llamada de infarto para mis 63 primaveras, ya no cuento otros detalles de lo que sufrí con este banco, ya que quería que transfiriera el 75% de los fondos en una cuenta que no era mía y, jamás pudieron explicarme el porqué, y tuve que viajar desde Bruselas a Madrid llevando personalmente el cheque, para evitar que el banco siga haciendo pagos a quema ropa (descubierto) con intereses estratosféricos, sin respetar las condiciones escritas en el contrato en el momento de abrir la cuenta corriente. Ya lo sé que podía ir al Defensor del Consumidor, al Defensor del Pueblo,…….., al Defensor del Cliente, tomar un abogado, y……. , pero mi cuerpo no estaba ya para tantos trotes.

Mi frágil personalidad se iba quebrantando poco a poco, la dieta que me daban el banco me estaba dejando en los huesos, perdía no sólo kilos sino la señal comprometida en las aras o bien me resignaba a coger aquella propuesta arbitraria e inoportuna. Antes de aceptar tal presión, me controlé por un instante, y decidí volver al banco BBVA, que tampoco es un santo, porque quería timarme de golpe casi 1.500 € por recibir el dinero transferido, sin tomar en cuenta los gastos del banco emisor otros cientos de Euros, mi reclamo tuvo su eco favorable y redujeron el montante, pero perdí los intereses que generó el dinero en el plazo fijo depositado. Una vez allí, le pregunté al director de la oficina si todavía estaba en grado de aceptar el crédito prometido, el sí fue de inmediato-entonces volví a la tierra- pero, me advirtió que el mismo sería Euribor más 0.77; dándome una serie de explicaciones ininteligibles sobre el cálculo del Euribor (la media de los meses precedentes, ……), por mi parte sólo pedí, que todo terminara en una semana, en la mira seguía apuntando las aras- dijo que sí- sin dejar de señalar, que el tiempo correría sólo después de recibir el 75% de los fondos transferidos del banco Banesto, cuyos fondos seguían generando réditos para ellos mismos. Para evitarme trastornos, le pregunté cuánto me costaría la recepción del dinero, él contestó, si es un cheque es caro, si es una transferencia entre el 3-4%, si lo pedimos nosotros nada. ¡Maldita la hora!, elegí éste último. Firmé los papeles, dando la orden para la operación. Después de un tiempo, el banco BBVA me dice que aún no había recibido el OK (transferencia) del banco Banesto, y me previene que la semana podía alargarse. Fui corriendo al banco, el empleado de la caja hace una serie de llamadas, y rellena otros tantos formularios electrónicos en el PC, antes yo había firmado otros papeles; la autorización no llegaba. Le pregunté qué pasaba y respondió, que el BdE autorizó, pero la central me indica operar de una forma que en mi ordenador da un error. Hace otras tantas llamadas otros formularios y nada. A este punto, el operador y yo estábamos sudando frío, menos mal, que era verano, de inmediato me viene a la mente, el corralito argentino, la cosa era de miedo, por un momento sentí que el dinero ya no era mío y que mi presencia era un acoso para el pobre empleado que le preocupaba el tema, para mi, no era menos viendo crecer aquella cola a mis espaldas, en el espacio reducido del banco, decidí dejar al cajero pidiéndole que me diera un toque una vez que haya resuelto la transferencia.

Al día siguiente me doy asueto, no voy al banco tampoco llamo, tenía que cuidar mi infarto, al tercer día, la situación no había cambiado, la cosa se complicaba, ya era una carrera contra reloj, ahora el acoso venía de mirar cómo avanzaba el calendario. Se imponía una nueva reflexión, pagar el cheque, devolver el dinero al origen o transferir con los costos que sean por el medio que sea, pero el problema ya era el tiempo, éste último pasó a controlar cada instante de mis actos. Al final, decidí lo impredesible, pedir el dinero en efectivo y probar que el dinero seguía siendo mío, antes consulté a ambos bancos su factibilidad, ellos dijeron que sí y que era la única forma para sortear el tiempo. El Banco Banesto acepta darme el dinero al día siguiente y que pasara hacia las 9 a.m., a la hora en punto, me planto en la agencia del banco, pasé una velada dantesca y fatigosa, por mi mente, pasaron historias de atracos, de secuestros, La muerte de mi jefe por un infarto  justo cuando firmaba un crédito con el banco, mi infarto corría peligro. Una vez en el banco miraba a todo dios, lo mismo a los que pasaban por la calle, me parecían todos sospechosos y compinchados, intentaba leer en el rostro de cada uno quien sabía que cogería el dinero y todos me parecían que sí. Al final me tranquilicé, intenté seguir, la contabilidad de los fajos de dinero que se amontonaban en el mostrador  del cajero, éste para más INRI contó  dos veces con la máquina y con la mano; terminado el acto, le pedí que metiera el dinero en un sobre grande. Mi corazón estaba por amotinarse. Así que decidí tranquilizarme, sentado frente al escritorio de un empleado ausente, marqué los espacios y las distancias del entorno, tenía que coger fuerzas para emprender una maratón de 300 mts con postas, para sortear los semáforos, las escaleras, los setos, los pasos de zebra etc. ´serían los obstáculos; antes de salir, miré el trajín de la calle, parecía calmado, a este punto era el centro de todas las miradas. Salgo a toda mecha, y no paré hasta llegar a las escaleras del banco BBVA, cuando siento un inminente dolor en el pecho y dije !ya está, es el infarto! me senté en un escalón, respiré profundamente, luego con dificultad subí las escaleras, estaba allí frente al cajero saqué los fajos del paquete y esperé el recuento del dinero, todo estaba conforme, entonces respiré otra vez, pero esta vez de pura satisfacción, porque el dinero seguía siendo mío, lo bueno de esta historia es que, llegué a término para la firma del contrato, pero aquel día me enteré por la lectura del notario, que el interés prometido ya no era el acordado, sino algo mayor.
 
C. Ayala

lunes, 10 de agosto de 2009

La lucha contra la corrupción

La crisis variopinta que padecemos los españoles hipotecados o no, sin duda, acabará resolviéndose de alguna forma-no hay mal que dure cien años- pero, lo que nos espera, pinta ser algo de lo mismo, se ha hecho costumbre en meter la mano en el bolsillo de lo ajeno cuando no es la del Estado, la democracia es como una madre rsignada sujeta a toda prueba. Si la sociedad civil no reacciona ahora con contundencia promoviendo y exigiendo cambios en la conducta de los políticos y la política en general, la agonía que hoy sufrimos para salir del trance, puede todavía prologarse en el futuro. Cada suceso que flota en los medios pasan como un comentario natural ligada a nuestra cultura. No obstante, hay millones de ciudadanos que condenan la corrupción política, y exigen poner coto a este maremagnum político marea, no sólo sería deseable sino exigible depurar de la política esa cultura tan arraigada que tienen los políticos de montarse chiringuitos con la cosa pública, en cambio, se preocupan por desmontar los chiringuitos de la playa que a nadie le preocupa, ni les molesta.
Los políticos, aplican bien, el proverbio que dice “a vivir que son dos días”, y por eso intentan sacarle la máxima tajada al Estado en sólo cuatro años, lo malo es, que a veces son ocho, y si saben vadear bien las corrientes políticas, ya tiene el oficio de por vida, para aquellos no importa la ideología, el ego de la pasta les ciega, y la escuela de la corrupción se refina de la mano de las leyes.

Recientemente hemos sido testigos de unos hechos para mi casi irrelevantes-frente a otros del pasado y del presente-el de Bárcenas y los regalitos de Camps, nos muestran como si fueran una muestra al azar de la carcoma que realmente existe, pero qué decir, de los chollos inmobiliarios y financieros, de los Filesa, no es moco de pavo, aquello sólo es la espuma de un pequeño remolino en medio de una gruesa camada que todavía queda por remover porque se sume en la oscuridad de los años. Así los tíos listos se van adueñando de un dinero que debía destinarse a esa masa vulnerable de españoles que necesitados carretean las calles de nuestras grandes ciudades.
La única vía para impedir que avance esta lacra social aclimatada en las instituciones públicas, es exigiendo al poder político mayor transparencia, limpidez, recato, moderación, eficacia, sacrificio, entrega, etc., requisitos que debía contemplar cualquier candidato a un puesto público de dirección y ellos deben ser traducidos no sólo como deseos, sino como una obligación para tener un perfil intachable. No podemos seguir enarbolando la improvisación en el aparato público, ni aupando en altos cargos a vividores y aliados, que no han pasado por los controles académicos, ni probada su experiencia, un político relevante debe ser una persona integra, con una sólida y dilatada experiencia en la función pública, los partidos deben diferenciar correctamente, que una cosa es el trabajo desarrollado dentro de un partido y otra muy distinta, la responsabilidad que da lugar en la función pública, sólo exigiendo aquellas cualidades podremos arropar a un político para que nos garantice la ejecución cualitativa de un mandato.

A diario en los medios se debate hechos de corrupción, y cuando estos llegan a la justicia es cuando recién se aprecia, el tortuoso camino que toma la ley, ella se interpreta y reinterpreta y busca los vericuetos de la misma para concluir que no hay falta, sino negligencia o distracción menor, para sortear la condena, por desgracia esto es así, porque hay fallas en la independencia de la Justicia, en efecto, una parte importante de ésta está en manos de la política, es lógico pensar, que si ellos son parte del problema su capacidad de juzgar se debilite, restándole al cuerpo objetividad a la hora de atribuir con justicia una pena, cuando ella toca en particular, a la alta jerarquía política o los detentores del poder económico.

Tanto modernismo institucional que nos ha dado la democracia, no parece que hayamos alcanzado el estado de bienestar, porque algunos no se conforman con poco, y otros que no les llega ni ese poco, las leyes, por cierto, muy refinadas, se aplican al parecer, para llenar la galera con unos pobres infelices que delinquen para comer y por falta de oportunidades de trabajo, mientras que los peces gordos, de cuello blanco, coleccionan faltas como cromos protegidos por el sistema, como si tuvieran derecho de pernada. Esta terrible realidad, debe obligarnos a mirar con inquietud la situación, que nos da este estado de libertad que se ha quedado adormecida y entumecida por las enfermedades que le salen por todos los fueros.
Hay quien cree que debíamos recuperar las buenas costumbres del pasado, cuando entonces, el pueblo tenía en sus manos el poder de iniciativa y decisión sobre la falta que cometían sus congéneres-a este paso volvemos al mismo punto de partida- y con mayor razónen este caso, si es el pueblo el que ha elegido a un representante, y éste comete una falta grave en su mandato, no sería más justo, que éste mismo pueblo fuera quien debiera excluir de la función pública al autor del delito.? aquí nos enfrentamos con las listas electorales abieras o cerradas para elegir un candidato, esto es como decía Cervantes, topar con la iglesia.
Desde esta columna y hasta las próximas elecciones generales y hasta cuando sea necesario seguiremos demandando y exigiendo, que se cumpla un compromiso público para que los políticos observen un código de conducta para asumir y ejercer tareas de dirección en la función pública. Bajo estos principios, creemos que es recomendable la creación de un Comité de Vigilancia y Control donde participe efectivamente la Ciudadanía, dicha institución debía tener la potestad de juzgar a los infractores y si el caso exige, retirarle temporal o definitivamente el mandato al intruso del partido que han cometido negligencia en beneficio propio , y esto, debe llevarse a cabo con independencia de lo que manden los Estatutos del partido. Para llevar adelante de manera integra la recomendación, sería de utilidad, la creación en cada ayuntamiento, de una oficina de denuncias donde se recoja los hechos delictivos y donde se inicie el proceso en coordinación con dicho Comité, éste último debería liderar y lanzar las primeras diligencias de investigación pertinentes.
Cuando hayamos hecho limpieza del poder a esa masa de aprovechadores que se han formado en la escuela del pelotazo y el clientelismo partitocrático, el país podrá recuperar su normalidad y los políticos trabajarán por el interés ciudadano y cuidarán sus actos y el patrimonio del Estado como si fuese el suyo propio, que hoy no es el caso, porque les preocupan aumentar su patrimonio, aquellos caen como moscas en las redes y artilugios que inventan los quebrantadores de conciencia (fuente de todos los males). Lo peor de todo, aquí no dimite ni dios, nadie es culpable de nada, ni de la crisis financiera, ni la crisis inmobiliaria, ni de prevaricación, ni de la destrucción del medio ambiente y del empleo, ni de la inseguridad, ni del paro, ni de los accidentes aéreos, ni del déficit, ni de nada, sólo les preocupa seguir mangoneando del poder, para eso, el Partido es un chollo, al cual se prenden como lapa que es lo mismo que cojerse al árbol del Estado, mientras el pueblo llano, de vez en cuando pesca alguna dádiva, un lujo que hace presencia cuando llegan las eleciones, ahí reparten los propietarios (?) del dinero regalitos y prevendas.

Entiendo que este planteamiento, no arreglará en el corto plazo nuestro problema mayor, que es la del paro, ni la crisis económica que padecemos, pero por lo menos evitaríamos a medio plazo que acampe en nuestro país el despilfarro de la economía, como el de la burbuja inmobiliaria, se intenta resolver bombeando recursos del Estado a los que han hecho su agosto, viendo las cosas como están, no es de extrañar, que parte de esos fondos vayan a parar en las manos de nuestros Representantes Políticos, del Partido y del “lobby”, en lugar de beneficiar al puebloo. La propuesta que hacemos, pretende moralizar aquellas conductas perversas de los políticos, y devolverles la confianza del pueblo que han perdido, sólo hay que ver la participación ciudadana en las elecciones. Un cambio de actitud, desincentivaría ese deseo irrefrenable de los ciudadanos de ser empleado público, porque se piensa que el mismo, es sinónimo de poder, de riqueza y del “dolce fare niente”, si logramos nuestro empeño, habrá mayores beneficios para el conjunto de la población, ya que se liberarían mayores recursos para apoyar iniciativas privadas con incentivos para la creación de empresas y puestos de trabajo redundará en definitiva, en la reducción del aparato publico para que éste sea eficaz, eficiente, responsable, y transparente.

Si no se logra un acuerdo con las fuerzas políticas, para las próximas elecciones debiéramos elegir a los partidos que nos den garantías que trabajarán sobre las líneas marcadas aquí, no podemos entregar nuestro voto como un cheque en blanco; nuestro voto debía tener el poder suficiente para implantar un cambio. El comportamiento político que aquí se denuncia es recurrente y viene de muchos años, además, si quisieran mejorar, sólo sería cuestión que miren lo que hacen los países serios de nuestro entorno. Pero chocamos con los intereses elevados de los partidos, donde los líderes se sienten incapaces de reconducir la situación, por otro lado, los actos de corrupción, lo condena la ciudadana, lo peor es que no hay cultura de ceses ni dimisiones como una práctica normal de una administración sana, porque se piensa que es una carta de defunción pública del inculpado. Pero no por ello, no vamos a tener el valor de denunciar la escasa TRANSPARENCIA que hay, cuando ésta debe ser la Biblia de una buena gestión política y debía estar presente en todos los ámbitos y renglones de la función pública, el político debían ser la imagen y el espejo de los códigos morales y éticos, esta orfandad clama al cielo, porque nuestros representantes son los primeros en poner sombras a sus acciones de gobierno y nos enteramos del cotarro cuando en los medios ya ha rozado el escándalo. E. Aguirre

La crisis del salario

CAFÉ CON POLÍTICAS... POR FAVOR

Última actualización 07/08/2009@20:33:57 GMT+1
No es necesario que al trabajador le indiquen que hay inflación cuando es a través del día a día cómo constata que sus emolumentos están en crisis. Las negociaciones de los sindicatos con la patronal y con el Gobierno son la consecuencia lógica del malestar que se produce a partir del veinte de cada mes. No, los economistas no parecen unos grandes letrados cuando millones de personas tienen que luchar por mantener su puesto de trabajo y cuando en España hace más de un lustro que no se lleva a cabo una huelga general por las reformas laborales.
El pasado 23 de febrero, en el juzgado de lo laboral de Berlín-Branderburgo ha sucedido algo llamativo. En segunda instancia, el juez resolvió que el despido de una cajera del supermercado Kaiser era procedente ya que estimó como válida la testifical que afirmaba que la empleada –con treinta y un años de antigüedad en la empresa- se había quedado con 1,30€ -que correspondían a dos bonos por la devolución de unas botellas, el uno por valor de 0,48€ y el otro por 0,82€-.
Las razones de fondo son, que la propiedad del empleador -así sea inferior a un euro y medio- nunca puede ser de libre disposición del trabajador, ya que la pérdida de confianza es irreparable. Ésta, que es una opinión que se comparte razonablemente, contrasta con las palabras del juzgado que decían que “quien roba un huevo, roba un buey” al oscurecer la diferencia que hay entre castigar por un error o por un futurible. En su descargo la dependienta negó los hechos, adujo su antigüedad e indicó que esta medida es una respuesta a su actividad sindicalista.
A pesar de sus argumentos y del apoyo de la confederación de sindicatos alemán y personalidades de la política interna, la trabajadora fue despedida.Como se suele decir la realidad supera a la ficción, y, en todo caso éste parece un ejemplo un tanto extremo, casi parte del folklore del trabajador. Pero, es que los empresarios ganan, y es más, prevén los despidos futuros y negocian con ellos los ritmos de la macroeconomía mientras el asalariado está preocupado por si su sueldo subirá o no otros 50€, o peor aún, si tendrá que aceptar una rebaja salarial en solidaridad con esta crisis que no tiene ninguna consideración con su realidad.
Sin embargo en Europa se percibe el esfuerzo por seguir observando un carácter civilizado ante la lucha por los derechos del trabajador. Un contraste con ello lo vemos en Colombia tras los enfrentamientos que tuvieron lugar entre los manifestantes y las fuerzas públicas que obligaron a la patronal a negociar con los representantes sindicales el pasado julio. Las concentraciones de huelguistas en la puerta principal de la compañía Ecopetrol fueron un elemento de presión para denunciar la situación y forzar la atención de la dirección ante su pliego de demandas. Entraron en lid hasta los medios de comunicación que se hicieron eco de un video enviado por la empresa en la que muestran los daños materiales y ambientales que se ocasionaron al amparo de estos disturbios. No obstante, a la opinión pública no le despierta ninguna extrañeza que en América Latina los conflictos laborales se solucionen a las bravas, es decir que la noticia no consiste en una “particular” solución en los tribunales sino en la impaciencia por las reivindicaciones laborales.Es que ningún poder existe si no se ejerce, y en este momento los sindicatos son un poder innegable en América Latina cuya duración se medirá no por la fuerza de sus acciones sino por su capacidad para mantener su integridad. ¿De qué servirá un dirigente sindical que por su liderazgo quiera servir a sus propios intereses?. El fracaso está escrito en las caras de los que no son coherentes con el asociacionismo que es el alma del sindicalismo.A finales de julio de este año, los trabajadores de Ssangyong defendieron su puesto de trabajo en Korea del Sur donde el sindicato manifestó a través de un comunicado que "luchará hasta la muerte si la Policía trata de acabar con la ocupación". Sus reivindicaciones –en la dura línea habitual de las huelgas coreanas- se suman a las de la estela dejada por los disturbios de Visteon-Ford el pasado abril en Reino Unido –donde las leyes anti sindicales castigan con años de cárcel las ocupaciones huelguistas-. Todas las manifestaciones de este año pueden ser flores de primavera o un preocupante síntoma del descontento que va recorriendo el mundo de los trabajadores. Así, si bien hay un agravio comparativo entre la mujer despedida por 1,30€ y el gran directivo que quiebra una empresa y recibe una multimillonaria indemnización, también hay un abismo entre las formas elegidas por los trabajadores para reivindican sus salarios. Quizás Europa tenga más fondos para resistir la crisis global pero también tiene consciencia de lo que significa un puesto de trabajo, aunque aún no ha sacado una conclusión sobre la fuerza y el poder coercitivo de su salario en colectivo. En todo caso lo que sí importa es tomar nota de que si se lleva a cabo un enfrentamiento entre los trabajadores y las fuerzas públicas en España antes de enero del 2010 –huelga que el Gobierno está evitando por todos los medios-, habrá que aceptar que no va a haber un método elegante para salir de la situación. La crisis global, el paro, las manifestaciones… son un cóctel explosivo.Por otra parte tendremos que estar alerta ante una lección de la historia, y es que las derechas radicales saben bailar perfectamente con esta música. Por lo tanto, la responsabilidad quedará en las manos de los trabajadores, en su solidaridad e inteligencia para descabezar a los inútiles y en su capacidad para renovar a los líderes aupándolos por su propia iniciativa, sin atender a manipulaciones de ninguna índole.No son el Parlamento, el Gobierno, o la Corona los que hacen que funcione el país, es el que sirve el café, el que recoge la fruta y verdura, el que revisa los canales de agua, el que está al frente de las centrales eléctricas, el médico, el profesor, el barrendero, etc... hay que recordar que el poder lo tienen ellos o se levantarán con la furia de las revueltas. Esta es la vieja e ingenua perogrullada que hace temblar a Zapatero, Rajoy, Cándido Méndez, Fernández Toxo, Berlusconi, Medvedev, Sarkozy y tantos otros. Fedra Chávez

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